Reseña Histórica

La historia de la región Junín se remonta a unos 10.000 años a.c., primero con la presencia de cazadores y recolectores, luego con estados regionales Pumpus, Taramas y Xauxas-Wankas, pueblo de aguerridos guerreros que finalmente fueron conquistados por el Inca Pachacutec el año de 1460, convirtiéndose en ese entonces, la ciudad de Huancayo, en el principal Tambo Regional de los caminos del Inca.

El año de 1534, los españoles ocupan el territorio de la ahora región Junín. El 25 de abril de ese año Francisco Pizarro funda, con el nombre de Jauja, la primera capital del Perú, denominado en aquella época, Nueva Castilla. El 26 de Julio de 1538, los españoles fundan Tarma; y, en el año de 1571 a Huancayo se la da la categoría de pueblo. Durante la  época de la colonia, ante el abuso español, sus habitantes mostraron su rebeldía. Ya en 1735 el cacique Cristóbal Huayna Atac, defendió con gran valor a los arrieros del Pueblo de Reyes (Junín) contra los maltratos que les daban los españoles. Siete años después el líder rebelde Juan Santos Atahualpa se rebeló contra los españoles, desde la zona de la selva de la región Junín, hostilizó y mantuvo en zozobra a los españoles durante catorce años, sin llegar a ser dominado.

El 20 de noviembre de 1820, en Huancayo se da la primera proclama y jura de la independencia. El 3 de Marzo de 1821, en Concepción, en la lucha por la independencia del Perú del dominio español brillaron los nombres de las aguerridas y valientes Heroínas Toledo (una madre y sus dos hijas) quienes organizaron a los pobladores para enfrentar a los realistas, aquel día se dirigieron hacia el Puente las Balsas, esperando el preciso momento que el ejército realista intentara cruzar el puente para que de manera sacrificada, expuestos al fuego de los españoles, lograron cortar las amarras del puente cayendo a las aguas del Rió Mantaro gran parte del contingente realista.

 

En el período de la lucha por la independencia los pobladores de Junín fueron indoblegablemente rebeldes, sin el apoyo de sus bravos guerrilleros, la Batalla de Junín, hubiese sido imposible. El 6 de agosto de 1824, en la Pampa de Chacamarca –Provincia de Junín-, en una de las batallas decisivas de la historia de América, el ejército realista es derrotado. Este hecho histórico marca el inicio de la Región Junín, cuando Simón Bolívar por decreto dado el 13 de septiembre de 1825 crea el Departamento de Junín (ahora Región Junín) para perpetuar la victoria del Ejército Libertador sobre el ejército español.

En la región Junín se dieron hechos transcendentales para la vida nacional: en Huancayo se realizó la Asamblea Nacional que dictó la Constitución de 1839; y el 3 de diciembre de 1854, el Mariscal Ramón Castilla firmó el decreto que daba libertad a los esclavos.

Durante la guerra con Chile, la región Junín también fue escenario de la resistencia patriótica ante la invasión chilena y, fueron constantes los casos de increíble heroísmo, el episodio más dramático de esta lucha fue la defensa de Chupaca, el 19 de abril de 1882, donde campesinos, hombres y mujeres, débilmente armados resistieron con desesperación, casi hasta el exterminio, el feroz asalto de la caballería chilena.

La audacia y porfiado heroísmo del poblador de la región Junín, es puesto a prueba por “El Brujo de los Andes” Andrés Avelino Cáceres, quien  llega a Jauja y forma un pequeño ejército de 1810 hombres de infantería y sin una sola pieza de artillería. El Coronel chileno Del Canto, con un ejército bien pertrechado y armado, fue enviado tras de Cáceres. En las batallas de Pucará; Marcavalle y Pucará; Concepción y Tarmatambo los chilenos son derrotados, huyendo en penosa retirada de la zona central del país. En condiciones adversas, el Mariscal Andrés Avelino Cáceres, con un batallón de campesinos armados con unos cuantos fusiles, hondas y piedras libró la Campaña de la Breña, derrotando al bien equipado ejército chileno, que vio frustrado su intento de invadir la región central del Perú

El carácter del poblador de la región Junín es guerrero, luchador, pero no es de espíritu belicoso, al contrario, es gente laboriosa, alegre, cordial, optimista y acogedora. Gente que se adapta a los cambios de los tiempos y de la “civilización”, sin perder su esencia cultural ni sus tradiciones.

Es durante la república que la región Junín empieza su era de prosperidad con el desarrollo minero-metalúrgico en La Oroya, con la construcción del ferrocarril Lima-Huancayo-Huancavelica y con la carretera central. También en esta época comenzó a formarse el emporio comercial de Huancayo, así mismo, la selva central se consolida como gran productor de café, frutas y maderas.