Etnias

La región Junín, alberga en su vasto territorio a numerosas etnias, con usos y costumbres muy particulares.

Las etnias más representativas en la región Junín son:

Etnia Wanka

 

 

 

Se localiza en las partes altas de la cordillera central y se encuentran asentados en el Valle del Mantaro. A pesar del continuo mestizaje racial y cultural se mantienen vivas sus tradiciones e identidad, gracias a un complejo sistema de celebraciones, rituales, fiestas folklóricas, danzas y música.

Fueron conocidos con el nombre de Wankas desde el período de los estados regionales y organizaciones tribales (1400 dC.) era un grupo étnico muy numeroso, que tenía su hábitat en los territorios de las actuales provincias de Jauja, Concepción, Chupaca, y Huancayo. Unidos por la creencia de un origen común en la pacarina de Wariwillca, lograron ser unificados políticamente por un caudillo que aún es desconocido para la historia.

 

 

Los Wankas, era un pueblo guerrero que apoyaba su economía en dos sectores: la agricultura y la ganadería. Se dice que antes de lograr su unificación, estaban en continuas guerras entre sí, por la posesión de los fértiles campos del valle. Por esas costumbres guerreras que practicaban los wankas es que se convirtieron en los más duros rivales de los Incas, y su derrota a manos del poderoso ejército de Pacahacutec, la sobrellevaron con mucho rencor y espíritu rebelde.

 

 

Etnias Amazónicas

Hablar de las etnias amazónicas es rebasar los límites de muchas fronteras regionales, en el caso nacional, e internacionales a nivel sudamericano. En el Perú, sus dominios se extienden por gran parte de la amazonía peruana.

Las etnias amazónicas que habitan la zona selvática de la región Junín, son: Amuesha, Asháninka, Caquinte y Nomatsiguenga, ocupan por lo general los espacios interfluviales de los ríos Chanchamayo, Ene, Perené, Tambo, Apurímac, Mantaro y los amplios territorios del Gran Pajonal, Satipo, Pangoa y Atalaya, entre otros territorios.

La etnia Asháninka

Es la más importante en la región Junín, su población constituye el 85% de la población nativa.

 

De los relatos misionales, se puede deducir que en la época del descubrimiento de la selva peruana por los misioneros españoles (siglo XVI), la población total de nativos era de aproximadamente 300 mil, y hacia el siglo XVII la población de nativos se habría reducido dramáticamente a menos de 100 mil. En la actualidad, según el INEI (2009), se presume que existen alrededor de 350 mil nativos que habitan la selva peruana, de los cuales, en la zona de selva de la región Junín habitan 73.637 nativos amazónicos y se encuentran repartidos en 158 comunidades.

 

 

 

Si bien es cierto que los nativos de la selva, por lo general, rehúyen el contacto con los colonos, prefiriendo buscar los espacios más alejados y escondidos del bosque, para de esa manera poder vivir sin problemas, dada la circunstancia de permanente penetración de colonos en sus territorios, la etnia asháninka ha ido asimilando determinados elementos característicos de la “civilización”, no asumiendo de ninguna manera una posición de rechazo a ella. Lo que si quieren es asimilar los elementos de la “civilización” a su ritmo de vida, sin renunciar a su cultura, en la que se ve mucho de positivo. No tienen nada de “salvajes” o “infieles”, como los ha satanizado la mentalidad colonizadora; son nada más y nada menos, una cultura diferente bien adaptada al medio en que vive, y se desarrolla respetando, conservando y cuidando su entorno medioambiental y viven felices con lo que generosamente les brinda la selva… el paraíso a su disposición.