Biodiversidad

De acuerdo con el Artículo 2 del Convenio sobre la Diversidad Biológica de Río de Janeiro (Brasil). Biodiversidad es la variedad de organismos vivos de cualquier tipo, incluyendo los ecosistemas terrestres y marinos, y otros ecosistemas acuáticos tanto como los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre especies, y de los ecosistemas.

El valor esencial y fundamental de la biodiversidad reside en que es resultado de un proceso histórico natural de gran antigüedad. Por esta sola razón, la diversidad biológica tiene el inalienable derecho de continuar su existencia. El hombre y su cultura, como producto y parte de esta diversidad, debe velar por protegerla y respetarla.

Por cierto, desde nuestra condición humana, la diversidad también representa un capital natural. El uso y beneficio de la biodiversidad ha contribuido de muchas maneras al desarrollo de la cultura humana, y representa una fuente potencial para el sustento a necesidades futuras.

La biodiversidad produce bienes y servicios para satisfacer nuestras necesidades de aire puro, agua, alimentos, medicamentos y protección. También produce satisfacciones como recreación, inspiración y emociones.

En el Perú -conocido como uno de los países con mayor biodiversidad-, la región Junín, una región privilegiada, tiene una gran variación de altitudes, por tanto, posee una diversidad de pisos ecológicos, de climas y microclimas, realidad geográfica que facilita la formación de diferentes ecosistemas productivos y zonas de producción, dando origen a la biodiversidad o diversidad biológica, que caracteriza a la región.

En la región Junín, sus diferentes altitudes y climas, generan condiciones excepcionales para el desarrollo de diversos cultivos. Facilita que prospere una amplia gama de productos agrícolas, muchos aún nativos; asimismo, es propicio para una gran diversidad de especies en la flora y fauna.

La economía regional depende en gran porcentaje de la biodiversidad, tanto en lo referente a la producción agrícola, ganadera y forestal, así como de provisión de insumos para la producción industrial y de servicios.

Uno de los aspectos más destacables de la biodiversidad es el aporte de una gran variedad de alimentos para las poblaciones locales (autoabastecimiento) y la generación de ingresos económicos a partir de productos derivados de la misma biodiversidad (pesca, caza, plantas medicinales, fibras, artesanías, madera, leña, tintes, condimentos, etc.).

La agricultura regional, en importante porcentaje, depende de los recursos genéticos nativos, como la maca, la oca, la mashua, las papas, el maíz, los frijoles, los frutales (palta, papaya, tuna, camu camu, anona, aguaje, capulí, guinda, etc.).

También, una parte importante de la ganadería regional depende de las especies oriundas, especialmente de camélidos (alpaca, llama y vicuña), que se complementa con la cría de especies nativas menores (cuy, pato criollo). La alimentación de esta ganadería depende de los recursos forrajeros nativos, como los pastos naturales alto andinos y los pastos naturales de los valles interandinos.

En cuanto a ecosistemas, la región Junín cuenta con inmensos bosques; pastizales naturales andinos; cuencas hidrográficas; el lago Junín o lago Chinchaycocha y la laguna de Paca. Ecosistemas de enorme importancia por su biodiversidad y por sus peculiaridades ecológicas.

La región Junín, también, cuenta con extensas áreas protegidas destinadas a conservar sus invalorables recursos. Se encuentran: La Reserva Nacional de Junín; el Santuario Nacional de Huayllay; el Santuario Histórico de Chacamarca; el Bosque de Protección Pui Pui; la sección norte de  la Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas; la Reserva Comunal Ashaninka y el Parque Nacional Otishi.