Culturas y Tradiciones
La diversidad geográfica y de climas, de paisajes en estado puro, y, la ocupación territorial de los Incas y de los españoles, sucesivamente, han influido para que cada pueblo, cada distrito de la región Junín, tenga una particularidad cultural, así como en sus tradiciones, pero, teniendo en común, los pobladores de la región Junín, su religiosidad, laboriosidad, alegría y cordialidad, y muy amantes de sus tradiciones, costumbres y festividades.
Los elementos culturales conforman la identidad diversa de los pueblos, las mismas que, se manifiestan en la tradición oral, conservándose en forma de mitos, leyendas y creencias, modos de habla local, formas particulares de vestimenta, maneras típicas de construir la vivienda, estilos de vida que aún pobladores de zonas rurales conservan, formas tradicionales de preparar y consumir los alimentos, técnicas de conservación ambiental y manejo de recursos, danzas y tradiciones populares que hacen de esta región una de las más privilegiadas del país.
La presencia diferenciada de lenguas, en la Cuenca Alta (Junín y Yauli) y Media del río Mantaro (Jauja, Concepción, Huancayo y Chupaca) y en la Cuenca Media del río Perené (Chanchamayo y Satipo), refuerza la realidad de la diversidad cultural de la población en Junín, se reproduce la diversidad lingüística nacional, porque dentro de su territorio alberga varias lenguas que corresponden a dos familias lingüísticas, quechua y arawak.
La particularidad de culturas y costumbres de cada pueblo se puede percibir en las diferentes danzas costumbristas, no sería exagerado decir que cada pueblo tiene una danza que lo caracteriza, así como tampoco es exagerado manifestar que la región Junín baila, danza todo el año, y, es que durante todo el año, en algún punto de la región Junín hay una fiesta patronal, una festividad costumbrista o una conmemoración local, donde la celebración es en la mayoría de los casos de una semana, pudiendo extenderse hasta un mes o más, como en el caso de Muruhuay (Tarma) o el tradicional Santiago (en el Valle del Mantaro). Es en estas festividades donde cada pueblo hace gala de su tradicional danza, entre las que destacan (cada cual con un colorido vestuario, bordados y máscaras): la Chonguinada; el Huaylarsh; la Tunantada; los Auquish; los Corcovados; la Negrería; la Huailejía; los Chinchilpos y Gamonales; la Huaconada; el Zapateo; el Cortamonte; el Santigo; el Carnaval Marqueño; el Carnaval Tarmeño; el Carnaval Jaujino; la Majtada; los Shapis; los Avelinos; la Morenada; la Fajina; la Pacahuara; la Herranza Junina; el Kiulla Danza; los Arrieros; el Sapidanza; y las Danzas Nativas en la selva.
Tradicionalmente, la región Junín, se ha caracterizado por su pujante actividad comercial, debido al carácter emprendedor de su gente. En cada localidad de la región Junín, cada semana se realiza una feria comercial. Es muy conocida la Feria Dominical de Huancayo, una de las más antiguas del país cuyos orígenes datan de inicios de la época virreinal, instituida por Jerónimo de Silva en 1572 y ratificada por el Virrey Toledo en 1578. En la Feria Dominical se xepende un sinnúmero de productos agrícolas, textiles, artesanía y también gastronómicos.
La artesanía, actividad ancestral que expresa la identidad y cultura de los pueblos de la región, tiene un alto reconocimiento, destacando los mates burilados de Cochas, los tejidos de Hualhuas, la platería de San Jerónimo, los trabajos en madera de Molinos, los alfareros de Aco, los sombrereros típicos de San Agustín de Cajas, los bordados de Huari-Huancán, en la selva central las comunidades nativas desarrollan tejidos, trabajos en madera, adornos como aretes y collares hechos a base de semillas, raíces y pepas de diferentes frutos. Son algunas de las artesanías que sobresalen en la región Junín.
En este generoso paraíso, como es la región Junín, que provee de abundantes insumos e ingredientes para la preparación de sabrosos potajes, es obvio que la gastronomía sea variada y muy apetecible. Se puede degustar exquisitas comidas, postres y bebidas.
En la región Junín, también se conjugan impresionantes recursos naturales e historia. Entre los primeros se encuentran la Reserva Natural del Lago Junín, la laguna de Paca, la gruta de Guagapo, numerosas cataratas como el Velo de la Novia, Pangoa y Tsomontonari, nevados como el Huaytapallana, y el mirador de Chipián Punta. Respecto a los segundos se cuenta con importantes restos precolombinos como Tunanmarca, Wari-Willca, y de la época virreinal el Convento de Ocopa y la iglesia de la Merced. Asimismo, destaca el Santuario Histórico de Chacamarca, que se sitúa en el escenario de la victoria del ejército libertador frente al ejército español en la Pampa de Junín.
La región Junín, también, se caracteriza por contar con una red de ferrocarriles desde la segunda mitad del siglo XIX. Este desarrollo ferroviario se dio, principalmente, por la riqueza de recursos naturales y la capacidad productiva de la región (minería, agricultura, ganadería). El viaje en tren es una maravillosa experiencia, el Ferrocarril Central es el ferrocarril más alto en América, su punto más alto está sobre los 4800 m.s.n.m.